No podemos perder el actual e irrepetible tren energético

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Instalargi, la revista de  FEVIE, ha entrevistado a nuestro gerente, Ramón López, en su número de octubre de 2020. En la conversación se aborda el trepidante momento que atraviesa el universo energético. Dentro de ese contexto, se mencionan los principales proyectos en los que se encuentra actualmente inmerso Grupo ASE. Y, también, se detallan las prioridades que mueven a la Plataforma Energética kV, de la que Grupo ASE es copromotor. A continuación, reproducimos su contenido completo.

 

¿Estamos en un momento dulce desde el punto de vista energético? Transformación digital y energía renovable parece el tándem por el que se apuesta para los próximos años.

Sí, es cierto. Es un hecho que estamos en un momento dulce en el desarrollo energético de occidente. Han aparecido tecnologías de producción de electricidad de marcado carácter disruptivo que están dejando atrás al carbón. El horizonte para la nuclear es cada vez más oscuro y los ciclos combinados de gas luchan por entrar en el sistema como mera fuente de respaldo. El grueso del peso de la producción de electricidad está transitando a las renovables.

Por otra parte, la apuesta política en esa dirección es evidente. Así lo demostró la agenda presentada por Ursula von der Leyen al Parlamento Europeo. Manifestó su voluntad de que «Europa aspire a ser el primer continente climáticamente neutro». Y lo planteó como una exigencia ineludible, como “nuestro deber generacional” hacia los jóvenes. Además expuso los conceptos de transición justa e inversión sostenible como pilares para soportar los objetivos en materia de clima, energía e industria para las próximas décadas.

El hecho es que estamos inmersos en un proceso de transición que puede suponer una revolución energética e industrial. Tenemos que adaptarnos a un cambio de paradigma para no perder el tren del desarrollo. Y el camino pasa, entre otras cosas, por incrementar la flexibilidad de la demanda y desarrollar el almacenamiento, tal como se propone desde la Unión Europea.

Las redes eléctricas deben poder procesar mucha información de marcado carácter económico, de forma que los consumidores, que en este modelo producirán parte de su electricidad y verterán su excedente sobre las redes, tengan la oportunidad de competir y suministrar a otros consumidores, si así lo deciden.

También se precisa información económica y técnica en tiempo cuasi-real, para que estos mismos consumidores activos puedan tomar decisiones en su estrategia de aprovisionamiento energético. Ese es nuestro concepto de redes inteligentes y de nudos virtuales de agregación, dos desarrollos que irán de la mano.

 

¿En qué está trabajando ASE en este momento?

Precisamente estamos en ese camino de adaptación al cambio de paradigma.

Estamos invirtiendo en sistemas que complementan los que tenemos, y que se adelantan a lo que viene, porque se dirigen a ayudar a nuestros clientes a controlar su intercambio de energía y a que puedan determinar con exactitud las liquidaciones económicas que fueran de aplicación en cada nudo.

A nivel genérico, entre otros, estamos trabajando en proyectos vinculados a soluciones para el despliegue del vehículo eléctrico en las ciudades y para la formación de Comunidades de Energía de carácter zonal, así como en modificaciones profundas en el actual mercado del gas.

Destacaría también el convenio que suscribimos el año pasado con el Ente Vasco de la Energía (EVE) para desarrollar el concepto de nudo de agregación aplicado a los consumidores de baja tensión, dentro de un ámbito ya definido por la Unión Europea, que se refiere a las Comunidades de Energía.

Finalmente, está en nuestra agenda la internacionalización, sobre la que estamos trabajando como agregador. En este sentido, no quiero perder la oportunidad de recordar que la legislación europea ya contempla de forma expresa el desarrollo de la figura correspondiente al Agregador Independiente. Esta figura, entre otras características, exige que no debe tener relación alguna con el suministrador de electricidad. Es decir, se trata de una parcela prohibida a las compañías eléctricas al uso, cuya actividad consiste precisamente en suministrar electricidad al consumidor.

 

Forma parte de la plataforma energética kV ¿qué prioridades tiene la plataforma?

La primera y principal prioridad de la Plataforma Energética kV es proporcionar a las empresas, como consumidoras de energía, representación en el sector energético. Parafraseando a Charles Michel, presidente del Consejo Europeo cuando indicó que «La Unión Europea debe ser un jugador, no un campo de juego», la analogía con la industria es evidente: la Industria debe ser un jugador, no un campo de juego.

Porque todos los actores implicados en el sector energético (generadores en régimen ordinario, generadores renovables, distribuidores, Transportista, Operadores del Mercado y del Sistema, comercializadores de energía, grandes consumidores con interrumpibilidad eléctrica o quienes disponen de instalaciones de cogeneración) están organizados y defienden sus intereses ante las diferentes instituciones. Todos, salvo la práctica totalidad de las empresas consumidoras de electricidad que, a través de su factura, soportan económicamente de una forma importantísima el Sistema Eléctrico Nacional.

En mi opinión, la Industria, como sujeto pasivo, ha sido históricamente utilizada para forzar un desarrollo regulatorio enfocado a defender intereses de marcado carácter sectorial, que en muchos casos no han coincidido con los intereses de la industria en su conjunto. Por eso se requiere de medidas con un carácter transversal, de aplicación a toda la industria, con independencia de su tamaño, actividad económica u otra condición. La cuestión no es obtener un trato igual (aunque hay veces que sí). De lo que se trata es de obtener un trato equitativo y no discriminatorio.

Nuestros trabajos en el seno de la Plataforma Energética kV van en esa dirección. En estos momentos las propuestas se encaminan a conseguir un periodo tarifario P7 exclusivo para el turno de noche, con la inclusión en él de un mecanismo de consumo contrapunta bonificado. También queremos abrir la posibilidad de agrupación física de los consumidores, de igual modo a como lo hacen desde hace años los productores. O a evidenciar la necesidad de que determinadas cuestiones de tipo administrativo, que afectan a los sobrecostes de la industria, dejen de ser decididas por el distribuidor y su competencia se transfiera a las Comunidades Autónomas.

 

¿Qué trenes energéticos no podemos perder?

Son trenes que suponen una irrepetible oportunidad y no podemos perder de vista el enorme riesgo de quedarnos fuera o llegar tarde.

Los recursos naturales para la generación de electricidad pueden hacer de España la Arabia Saudita de la Unión Europea, en materia de energías renovables. Al sur de la Cordillera Cantábrica tenemos la imperiosa necesidad de explotar la generación de electricidad de origen solar en la bien llamada España vacía. Por otra parte, unos 8.000 kilómetros de costa y la existencia de cordilleras y fuertes depresiones convierten a la energía eólica en una posibilidad que ya es real desde hace más de una década.

Pero no terminan ahí nuestras ventajas competitivas. El sistema de redes eléctricas, tanto de transporte como de distribución, es robusto y con unos índices de calidad envidiables, lo que ha de permitir la integración de generación y consumo de forma eficaz sin demasiadas inversiones. Eso sí, debe cumplirse con unos criterios de gestión agregada de la demanda y almacenamiento, ya adelantados en la Unión Europea a los Estados socios.

Y es que el impulso de los países de la Unión a través del Pacto Verde Europeo, para que Europa siga siendo después del proceso de transición, básicamente una economía industrial, supone una oportunidad única.

El desarrollo y fabricación de las tecnologías renovables, de los sistemas de almacenamiento, de las telecomunicaciones y de los sistemas capaces de integrar la inteligencia en las redes energéticas, eléctricas y de gas, la apertura a modelos de mercado de la energía más competitivos, dotándoles de un mayor número de participantes como agregadores y almacenistas de energía, debe ir acompañado de un cambio radical en la percepción que de la industria tienen algunas instituciones.

La más que probable fuerte reducción de los precios de la energía en el futuro, junto al reajuste de las cadenas de suministro, cuya longitud ha sido puesta en evidencia en esta pandemia, debieran traducirse en un incentivo a la importación y repatriación de todo tipo de industrias manufactureras. Algunas de estas cuestiones dependen de nosotros… otras no.

 

Instalargi, la revista de FEVIE

Esta entrevista se ha publicado en el número de octubre de 2020 de la revista Instalargi, la publicación corporativa mensual de la Federación Vasca de Instaladores Eléctricos y de Telecomunicaciones de Euskadi, FEVIE. Si lo deseas, puedes acceder a la revista completa a través de este enlace.

 

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