[vc_row][vc_column][vc_column_text]Hasta ahora, la historia de España en el desarrollo industrial venía marcada por dos circunstancias: llegaba tarde y lo hacía a remolque. Nos ocurrió con el ferrocarril, con la electricidad… Sin embargo, actualmente tenemos la oportunidad de liderar la revolución económica basada en la industria 4.0 y la energía. Ramón López, gerente de Grupo ASE, explicará las oportunidades que representa para nuestras empresas (grandes, medianas y pequeñas) y las modificaciones regulatorias que lo favorecerían en la jornada ‘Energía y Sostenibilidad’, que se celebra en Zaragoza el 28 de marzo.
Tras la autarquía que representó el régimen franquista, la industria española comenzó a desarrollarse en la década de los años sesenta del pasado siglo. Fue un proceso industrializador potente, pero se cerró en 1973 con la crisis del petróleo.
Con la llegada de la democracia y la incorporación a Europa, la industria experimentó diversos procesos de reestructuración en sectores como el siderúrgico, el del petróleo, el eléctrico, etc. En todo ellos hubo un factor común: la dependencia financiera, tecnológica y energética del exterior.
La España industrial de finales del siglo XX y principios del XXI fue básicamente dependiente del exterior. De hecho, todavía son muy evidentes las secuelas que la última gran crisis ha dejado en la industria y en la sociedad española.
La revolución energética del siglo XXI
Las cosas están cambiando: estamos asistiendo a una revolución energética en la que, por fin, todo parece ponerse de nuestra parte. Y no podemos permitirnos llegar tarde, como ocurrió con el ferrocarril y la electricidad.
La industria 4.0 y la energía van a revolucionar nuestra economía en el futuro inmediato. Por eso se requieren modificaciones regulatorias en los sectores de la energía, especialmente en el eléctrico. Es preciso para acompañar adecuadamente a la industria en el tránsito que ha de hacer en materia de energía y clima en la primera mitad de este siglo.
España ocupa una posición privilegiada en relación a las principales tecnologías renovables: eólica terrestre y fotovoltaica. La abundancia del recurso natural disponible, la robustez de las redes eléctricas y el plantel de especialistas con el que contamos son ingredientes que nos impulsan a la cabeza del mundo en la generación de electricidad libre de CO2.
Desde nuestro punto de vista, dos de los pilares centrales para este desarrollo del sector eléctrico deben ser tanto las mejores prácticas posibles, en relación a la generación distribuida, como una regulación favorable.
Jornada de energía para empresas en Zaragoza
El 28 de marzo se celebra en Zaragoza la jornada ‘Energía y Sostenibilidad, organizada por DKV y Switching Consulting, con la colaboración de Grupo ASE y Tranvías de Zaragoza. El evento incluye cinco paneles, en los que se analizarán diversos aspectos relacionados con el presente y el futuro de la energía, así como las opciones que se abren para las empresas.
Nuestro gerente, Ramón López, intervendrá en la última mesa redonda, junto con Marcial Alzaga, secretario general de la Federación Española de Asociaciones de Fundidores (FEAF). Abordarán ‘La industria ante un nuevo paradigma energético’ y analizarán la confluencia de un clima favorable, tanto desde el punto de vista meteorológico como regulatorio, que posiciona a España a la cabeza mundial de la energía renovable.
Hacia los precios más bajos de Europa
López presentará modelos que ya hemos trabajado y trasladado y que entendemos que marcan el camino que la industria debe emprender para aprovechar la revolución energética en la que ya estamos inmersos. Entre otros:
- Modelos de flexibilidad basados en la gestión y participación de la demanda en los mercados de ajuste.
- Modelos de desarrollo de las tarifas eléctricas, que penalicen las instalaciones ociosas y bonifiquen las que no lo están.
- Repartos más equitativos de los costes del sistema entre consumidores (Plataforma 25/30 kV).
- Reducción de los privilegios de las compañías eléctricas en relación a la extensión de redes.
Este camino llevará en el medio plazo a unos precios de la electricidad en España que probablemente se sitúen entre los más bajos de la Unión Europea.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
