Industria y energía eléctrica, inseparables

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Rafael Gutiérrez Sebastián, de formación ingeniero eléctrico, lleva más de tres décadas en Red Eléctrica de España. Desde su dilatada experiencia, nos explica hasta qué punto están ligadas energía e industria. Lo hace a través de un clarificador repaso de la transformación que ha experimentado la generación eléctrica en los últimos años y de sus implicaciones en los procesos productivos.

 

La aparición de la Covid-19 ha vuelto a colocar a la producción propia en el centro de la actualidad, tanto en los productos agrícolas como en los industriales. Esta circunstancia, aunque posiblemente puntual, puede ayudarnos a reflexionar sobre la forma en la que hemos percibido a la industria en las últimas décadas y cuál puede ser su futuro.

Tampoco es menos cierto que la industria sigue teniendo un peso muy importante, en cifras de puestos de trabajo. Dos millones y medio de empleos se sitúan en este sector, aunque todavía estemos por debajo de cifras alcanzadas en épocas anteriores.

En lo que hace referencia al papel de la energía eléctrica en el sector industrial, ha ido creciendo a lo largo de la historia reciente, relegando a otras fuentes de energía. El consumo eléctrico del sector industrial representa más del 50% del total en el Estado español. Es decir, este dato refleja la importancia del consumo industrial dentro del sector eléctrico.

 

«La industria precisa energía de forma continua, con calidad y a precios razonables»

 

 

Requisitos de la energía

Cualquier proceso o actividad industrial necesita energía para llevarse a cabo y que esta pueda ser obtenida de una forma continua, con calidad y a precios razonables. Si aplicamos este razonamiento a la energía eléctrica, podemos observar que algunos factores complican, en cierta manera, el cumplimiento de la premisa enunciada. Son, principalmente:

  • La energía eléctrica no puede almacenarse. Como consecuencia, la demanda y la generación que la abastece deben ser iguales en cada instante.
  • Un sistema eléctrico eficaz debe ser capaz de integrar, con garantía y seguridad, las diferentes fuentes de energía eléctrica que puedan dar cobertura a dicha demanda.

En este sentido, el papel de Red Eléctrica como Operador del Sistema es fundamental para la consecución de esos objetivos.

Por un lado, realizando previsiones de demanda que se ajusten lo más posible a la realidad. Para ello, tiene en cuenta la temperatura, día de la semana y otros factores que puedan influir. Cuanto más se aproxime esta previsión a la demanda, menores serán los desvíos a ajustar en el sistema.

A su vez gestionando, desde el Centro de Control Eléctrico, la generación de los distintos grupos. Para que su producción se ajuste en todo momento a la demanda real les envía consignas para que suban o bajen su producción cuando sea necesario.

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Cómo está cambiando la energía

El origen de la electricidad que consumimos ha cambiado mucho en los últimos 25 años. Veamos algunos datos.
En 1995 la hidráulica era la principal fuente de energía renovable. Y, con respecto al porcentaje de reparto total, quedaba de la siguiente manera:

  • Energías renovables: 15,04%.
  • Carbón: 44,34%.
  • Resto: 40,62%.

En 2019, el origen de la producción de energía eléctrica ha cambiado considerablemente:

  • Energías renovables: 39%.
  • Carbón: 4,2%.
  • Resto: 56,8%.

La potencia instalada correspondiente a fuentes renovables de energía se sitúa actualmente en el 52% de la potencia total instalada. Por tecnologías, un 24% corresponde a energía eólica, un 16% a hidráulica y un 8% a solar fotovoltaica.

 

«Las renovables ya suman más de la mitad de la potencia total instalada»

 

 

Energías limpias

Estas cifras ponen de manifiesto que, en los últimos años, estamos asistiendo a la descarbonización de la producción de energía eléctrica, para poder cumplir con la reducción de emisiones de CO2. También a un aumento muy importante del papel de las energías renovables, en especial de la eólica y la solar fotovoltaica.

Para poder operar toda esta nueva potencia procedente de energías limpias en las mejores condiciones, se crea en 2006 el Centro de Control de Energías Renovables (CECRE), que supervisa y controla todas las instalaciones de este tipo con potencia superior a 5MW.

A nadie se le escapan las particularidades específicas de integrar este tipo de energías en el sistema eléctrico. Entre ellas, la de conocer de antemano las previsiones de viento e insolación que nos permitan predecir de la manera más fiable posible la energía con la que podemos contar.

Para su gestión en tiempo real se recibe información de la producción de estas plantas cada 12 segundos. Esto posibilita que la energía renovable pueda ser utilizada en las mismas condiciones que las fuentes tradicionales, que presentaban modelos de operación menos complejos.

 

«Para su gestión en tiempo real, se recibe información de la producción renovable cada 12 segundos»

 

Por último, influyen también en la formación del precio del kWh las energías renovables. Están incidiendo muy positivamente en la reducción del coste de la energía. Para el cálculo del precio final del kWh, este tipo de plantas ofertan su energía a precios bajos. Por tanto, cuanto mayor sea su aportación más se notará en el precio final, con respecto a los precios ofertados por las fuentes tradicionales de energía.

Como conclusión, podemos decir que las energías renovables y la industria tienen que ir de la mano ya que ambas se necesitan mutuamente. Los procesos industriales son cada vez más respetuosos con el medio ambiente y las energías limpias están contribuyendo a ello de manera decisiva.

 

Rafael Gutiérrez Sebastián

 

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